Lunes 23 de Junio de 2025

Hoy es Lunes 23 de Junio de 2025 y son las 17:06 - Propiedad Intelectual y Dominio © Oktubre Medios. Todos los derechos reservados. Simón Suárez.

  • 27.8º

FUTBOL

23 de junio de 2025

RADIOKTUBRE INFO……..EL DÍA DEL GOL DE DIEGO A LOS INGLESES …… Por Simòn Suarez

¿TE ACORDAS DONDE ESTABAS EL DIA DEL GOL DE DIEGO MARADONA A LOS INGLESES?

Para acceder al portal hacè click EN GEOOGLE>>>>www.oktubremedios.com.ar

Whatsapp 3735-401400 Seguinos por Nuestro CANAL STREAMEN- Facebook-youtube- Instagram

Ya conocemos la fórmula interrogativa “¿Dónde estabas el día…?”; la pregunta exige una respuesta a la altura del evento memorable en cuestión –digo, no vale ‘usar’ anécdotas triviales, de esas que no levantan vuelo alguno, como por ejemplo “Estaba en el comedor de mi casa, con mi familia”-. Es cierto, no obstante, que muchas veces la dimensión significativa del hecho histórico parece potenciar, con memoria de Funes, todo lo que de otro modo sería irrelevante; entonces nos encontramos de pronto haciendo una reconstrucción minuciosa de esa jornada, diciendo “Me acuerdo que ese día me levanté y compré media docena de tortitas negras, y yo siempre compro panes de leche…”, como si esa mutación fuera un dato divisorio en la escenografía del día inolvidable.

 

¿Dónde estabas el día del gol de Diego a los ingleses? Nos ocuparemos hoy, tal como lo exige la efeméride, del día del gol del siglo, no sin antes hacer una aclaración: el gol de Diego ‘a los ingleses’ es el primero, el de la mano; el segundo se lo hizo a la selección inglesa o, si se me permite otra taxonomía, más osada y acaso más lúcida: el primero se lo hizo a la historia del mundo y el segundo a la historia del fútbol. Beberemos, obviamente, de las peripecias que el gol más hermoso de todos los tiempos no deja de pulsar.

Volvamos a los duendes narrativos que la pregunta convoca: lo que se busca es algún detalle bizarro, esotérico, del tipo: “Mi abuelo hacía dos años que no nos reconocía y de golpe se levantó del sillón y gritó ‘¡Golazo! ¡Vamos Diego y la concha de su madre!’”, o “Estaba laburando en la morgue y, te juro… en la camilla que estaba a mi lado uno de los cuerpos cerró el puño cuando en la radio Víctor Hugo terminó su relato del gol”.

Comenzaré, por supuesto, con una anécdota personal, porque… ¿para qué escribe uno si no es para poder citarse? El día posterior al partido de octavos de final contra Uruguay, como producto de una ingesta de achuras en mal estado -“achuras en buen estado” tal vez sea un oxímoron- exacerbada exponencialmente por el estrés mundialista, terminé en el Sanatorio Güemes, con un rápido y furioso diagnóstico de peritonitis. El médico de guardia me tocó la zona abdominal y salté del dolor; al ratito, nomás, estaba en una camilla, camino al quirófano. Según el cirujano –esto me lo dijo, obviamente, una vez que sobreviví a la cirugía-, lo último que dije antes de dormir –y no hubiese estado nada mal que hubiese sido lo último que dijera antes de morir- fue, a propósito de un comentario de un enfermero sobre el histórico ‘Argentina-Inglaterra’ por venir: “Tranquilos, el Diego nos va a salvar”. Tres días después, todavía cableado y rodeado de suero, vi el partido en mi pieza. Atención millennials, generación de cristal, multitudes con sobredosis de apps: vi el partido en un televisor Noblex, en blanco y negro, con una antena que cada tanto convertía la TV en una súbita radio; era un aparato hermoso, que hoy suele decorar intervenciones en el MALBA, que mi amado viejo Chiche había traído ad hoc a la habitación. Lo hice rodeado de gran parte del personal del sanatorio. Cuando Diego dejó a los ingleses como si les hubiese tirado aceite hirviendo, yo salté de la cama hacia el pasillo, abrazándome a toda esa cofradía con guardapolvo que debía velar por mi salud, quienes solo después de volver en sí procedieron a reconstruir el cablerío que había saltado por el aire entre mi euforia, sus abrazos y la locura generalizada.

COMPARTIR:

Comentarios

Escribir un comentario »

Aun no hay comentarios, s�� el primero en escribir uno!